Justiniana Mojica, "La Ventera", es un personaje de leyenda que resume todos los rasgos típicos del folclore popular: vende dulces variados en una chaza de palo con tapa de alfeizar y por sus cuatro costados rotula, cada día, refranes alusivos al chisme de momento que, son como sentencias de su lengua biperina, diabólica y destructiva o alabanza de amistad. Se maquilla su rostro faranóico con polvos de arroz de harina, revueltos con colorantes de achiote, y dicen los que la amaron en plena juventud, que su cuerpo restregaba con heliotropos maduros del jardín de María Abud. Vino pasada la guerra, desde tierras de El Paso en una piragua baldoquín, recomendada a Doña Mercedes Torres de Villarreal para que hiciera los mandados, los oficios de la casa y aprendiera a zurcir. Pasada la pubertad se independizó muy de veras, organizó la venta de dulces, pasabocas y casabitos que fabricaban las Cobillas, doña Maximina y las Ortíz; aséptica hasta los pies, surtió los apetitos de golosinas de todo un pueblo hasta volverse ciudad. Hoy es un símbolo actual, querida a pesar de su acrimonia; y sigue tan rampante con el olor de las flores que adornan cada mañana su cabeza insuta y su blanco delantal. No puede expresar mi pluma las cosas que ya le dijeron. Victor Sócrates Lara y Barros el compositor, porque yo conocí los epítetos que surgieron de su lengua, sintiéndose agraviada, a pesar de la poesía y del ritmo de la canción. Y porque existe en la plaza un monumento público que la gente del común ha consagrado, como "La lengua de Justiniana".
Tomado del libro "Historia Municipal de El Banco".
Nota: si algún banqueño tiene fotos de personajes de leyenda de El Banco, por favor, haganlas llegar a mi dirección egilmoreno@gmail.com para publicarlas.
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